Feliz 2011

Hemos entrado en un nuevo año y casi no me ha dado tiempo a enterarme. Fin de Año fue estupendo, nada que objetar. Todos bien, cada uno en su sitio y yo, con los amigos.

Qué bonita es ésta palabra: amigos, es dulce, se pronuncia de una forma especial. Hay palabras que lo dicen todo,nadie podría pronunciar la pala-bra “amigos” con voz crispada, no podría sonar. Yo tengo suerte y tengo amigos. Después de unos días disfrutando de la familia vuelves a tu casa y te encuentras con los amigos.

Celebramos el día de Fin de Año en una casa, aportando algo cada uno. ¿Quién dice que Navidad es consumismo? Con algo de comida y un poco de vino le dimos la bienvenida al Nuevo Año y seguimos como locos el karaoke de una cadena de televisión que nos recordaba tiempos pasados. Poco gasto y mucha diversión. A las tres de la mañana un chocolate con tejeringos (que en los establecimientos Valor no hay ni churros ni porras, sino tejeringos, y quién no lo crea que consulte el diccionario). Un saludo a otros amigos y a casa a dormir, y digo a dormir, no a dormirla. Al día siguiente estás estupendamente. No hay resacas ni nada de qué arrepentirse y se disfruta el día como se disfrutó la noche.

Los excesos no llevan a ningún sitio, pero hay que adquirir esta experiencia a base de errar que es lo hicimos cuando éramos más jóvenes. Ahora somos más maduros y durante nuestra vida ya nos hemos equivocado alguna vez, por lo que no hace falta hacerlo muchas veces más.
Disfrutemos de lo que nos depare 2011 y vivamos cada momento, no como el último, pero sí como algo especial, a fin de cuentas los momentos siempre son únicos y no volverán jamás.

Feliz 2011